Porque desde el momento en que metí la mano para sacar el nombre de la persona que me tocara, y salió ella, me ortivé.
Desde 5to grado que la conozco, era el más indicado para hablar sobre ella, o el menos. A mi me parecía aburrido.
Pero la cuestión es que me tocó ella, y es raro comenzar a observarla y pasarla a una hoja en blanco, estoy definitivamente seguro que no alcanzaría espacio alguno para volcar toda la información.
Rosario es reservada, muy. Ni yo creo haberla conocido enteramente y no me importa. Ella es así. No quiero que empiece a sonar a descripción pre-egreso de la secundaria, donde se dicen cosas, se crea una especie de momento y lagrimas por doquier.
Técnicamente crecimos juntos. Y yo puedo decir que Rosario es una oreja, una mano que te ayuda, un soporte, un espacio para despejarse, para concentrarse, una risa constante, un abrazo a tiempo y varias cosas más que ahora no se me ocurre y no quiero que se me ocurran.
Rosario es reservada y lo repito, porque se lo merece. A kilómetros de distancia por varios años continuamos juntos, y llegamos a la facultad juntos, aunque ya es hora de tomar caminos diferentes luego de un año de verla todos los días.
Rosario te hace esperar, pero cuando llega todas las puteadas desaparecen, y no son sus ojos verdes/grises/celestes.
En fin, media carilla es lo que tengo ganas de contar de ella. Porque agilizarles el camino de llegar a conocerla que a mi me tomó nueve años, no señor. Solo comento que ese camino que empieza desde el momento en que la conoces, hasta que la CONOCES son muy amenos. My pleasure.
Desde 5to grado que la conozco, era el más indicado para hablar sobre ella, o el menos. A mi me parecía aburrido.
Pero la cuestión es que me tocó ella, y es raro comenzar a observarla y pasarla a una hoja en blanco, estoy definitivamente seguro que no alcanzaría espacio alguno para volcar toda la información.
Rosario es reservada, muy. Ni yo creo haberla conocido enteramente y no me importa. Ella es así. No quiero que empiece a sonar a descripción pre-egreso de la secundaria, donde se dicen cosas, se crea una especie de momento y lagrimas por doquier.
Técnicamente crecimos juntos. Y yo puedo decir que Rosario es una oreja, una mano que te ayuda, un soporte, un espacio para despejarse, para concentrarse, una risa constante, un abrazo a tiempo y varias cosas más que ahora no se me ocurre y no quiero que se me ocurran.
Rosario es reservada y lo repito, porque se lo merece. A kilómetros de distancia por varios años continuamos juntos, y llegamos a la facultad juntos, aunque ya es hora de tomar caminos diferentes luego de un año de verla todos los días.
Rosario te hace esperar, pero cuando llega todas las puteadas desaparecen, y no son sus ojos verdes/grises/celestes.
En fin, media carilla es lo que tengo ganas de contar de ella. Porque agilizarles el camino de llegar a conocerla que a mi me tomó nueve años, no señor. Solo comento que ese camino que empieza desde el momento en que la conoces, hasta que la CONOCES son muy amenos. My pleasure.
Anónimo (¿Anónimo?)
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