Amiga mía, tanto pasamos.
Seis años atrás apareciste en mi vida, cuando mi felicidad pendía de un hilo.
Sin expectativas me encontraste, en un lugar que no entendía, ni quería entender. Pero me viste, y yo te vi a vos. Me conociste como nadie, y yo también a vos.
Eramos niñas en ese entonces, y crecimos juntas sabiendonos acompañadas. Entendidas.
En épocas de colegio diversión garantizada encontré con vos.
Batalla Naval en el celular era lo de menos, con vos dimos nacimiento a juegos que salvaron mi espíritu de secar y morir, cuando nada parecía tener mucho sentido.
El juego de la Papa con sus reglas: sus Saltos y Doble Saltos, sus Puentes de Papas y sus limitaciones a no levantar la birome de la hoja. Los dibujos estilo Cadáver Exquisito, mitad tuyos y mitad míos (Anchoa, Chonita), los cuentos con el mismo estilo y hasta los Ahorcados.
Más adelante se transformarían en juegos para tomar, incluyendo ahí al Pictionary, entre otros. Por todo esto, y mucho más, agradezco tu presencia en mi vida.
Te pido perdón amiga por habernos dejado alejar este año. Creeme te necesité. Siempre, a pesar de todo, fuiste y sos mi mejor amiga. Creo conocerte de verdad, y sé que no hay nada que no aprecie o entienda de tu persona.
Tus personalidad, tus valores, tu espíritu, tu risa, tus palabras y tus ideas, todo aquello de lo que estas compuesta suma lo que sos, y eso es bueno. Quiero decir, que todas las partes de tu ser resultan en la mejor amiga que cualquiera pueda tener, y de ser inteligentes, mantener.
Nunca podría olvidar las largas noches que pasamos mirando películas y comiendo como si no hubiese un mañana. Comiendo palitos o helado, capaz hasta Pringles si el efectivo nos favorecía. Haciendo bolitas de dulce de leche rebozadas en coco mientras tomábamos Bayleys. Y por supuesto, las famosas “papitas con cremita, cremita”. Hasta panchos a la parrilla en el Quincho llegaron a suceder... Por todo esto, y mucho más, sigo agradeciendo tu presencia en mi vida.
La puerta de mi ropero cuenta con evidencia de noches y días repletos de risas y juegos con vos, que aún hoy miro con una sonrisa nostálgica pero contenta.
Cariló, Buzios, Bariloche... fueron tiempos de convivencia y prueba de amistad. Manteniéndonos siempre del mismo lado, del mismo equipo, aprendimos a convivir en paz y armonía, riendo mucho y peleando poco. En mis peores momentos, nunca tuve que llamarte porque siempre estuviste ahí.
En fin amiga mía, dejo de escribir porque me pongo sensible, te dejo sabiendo cuanto te quiero y aprecio, y por supuesto: FELIZ CUMPLEAÑOS!
GRACIAS AMIGA!!!!!!
ResponderEliminarSOS UNA PERRAAA SIEMPRE ME HACES LLORAR CON TUS PALABRITAS MÁGICAS....
GRACIAS DE NUEVO. AHHH Y UNA COSA... TE OLVIDASTE DE LA "GUERRA DE REGLASSSSS" JAJA NOS QUEDABAMOS TODAS MARCADAS... TMB MUY DIVERTIDO PERO MEDIO MASOQUISTA :P
BESOOOOOOOO TE QUIERO MUCHO AMIGA
ANITA.